Articulación entre educación media técnica y programas universitarios para promover la ingeniería mediante el desarrollo de proyectos con Design Thinking

Resumen

En el marco de su compromiso con la ciencia, la tecnología y la formación de nuevas generaciones de ingenieros, la Institución Universitaria Antonio José Camacho (UNIAJC) estableció una alianza estratégica con el Programa CASD del Colegio Santo Tomás de Cali para desarrollar un proyecto formativo basado en la metodología Design Thinking, dirigido a estudiantes de grado 11 de la Especialidad de Electricidad y Electrónica. Como parte de esta experiencia, se conformaron cinco equipos de trabajo, cada uno liderado por dos estudiantes, con el propósito de promover el interés por la ingeniería entre los jóvenes de la media técnica. El proyecto surgió como una respuesta concreta a la necesidad de cerrar la brecha existente entre la educación secundaria y la superior, facilitando una transición más significativa y fluida hacia programas universitarios en áreas STEM. La propuesta incluyó acciones articuladas entre ambas instituciones, como la capacitación docente liderada por expertos universitarios, el acompañamiento técnico en el desarrollo de soluciones con tecnología IoT, y la sistematización de resultados a través de una plataforma digital de registro.

En el corazón de esta articulación, los estudiantes aplicaron los principios del Design Thinking para identificar una problemática real en su entorno escolar, generar ideas innovadoras y materializar una solución tecnológica: un sistema de riego inteligente automatizado para un jardín vertical. Esta iniciativa integró saberes clave de la ingeniería, como programación, electrónica, ciencia de datos y biología, en una experiencia educativa con impacto tangible.El desarrollo del sistema de riego permitió abordar una necesidad concreta planteada por los propios estudiantes: reducir la temperatura en el aula, mejorar la calidad visual del ambiente y disminuir las distracciones internas. A partir de la instalación del jardín vertical automatizado, se logró un descenso promedio de 2 °C en la temperatura ambiente del salón, así como una mejora en la estética del espacio, generando además una barrera natural entre el interior del aula y el entorno exterior. Esta solución demostró la aplicabilidad real de los conocimientos adquiridos y evidenció la capacidad de los estudiantes para responder de forma creativa y técnica a retos del contexto. Más allá del impacto físico en el aula, el proyecto permitió fortalecer competencias transversales fundamentales en la formación en ingeniería, como el trabajo en equipo, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Asimismo, la experiencia posibilitó la actualización de microcurrículos y estrategias pedagógicas, incorporando enfoques activos y colaborativos que enriquecen la enseñanza técnica en el nivel medio.