Ingeniería industrial con propósito: aprendizaje experiencial para la transformación social

Resumen

La formación en ingeniería industrial demanda un enfoque integral que combine conocimientos técnicos con habilidades sociales y humanas, en este contexto, el aprendizaje experiencial se convierte en una estrategia fundamental, permitiendo a los estudiantes desarrollar competencias a través de experiencias inmersivas donde la teoría y la práctica se entrelazan, es por ello que el aprendizaje basado en proyectos y la integración de enfoques humanísticos fortalecen la capacidad de los ingenieros para diseñar soluciones con impacto social.

En este orden de ideas, los proyectos interdisciplinarios innovadores transforman las metodologías tradicionales mediante experiencias inmersivas y metodologías activas, un ejemplo es el proyecto Las mantas como umbrales que conectan el hogar, que vincula la ingeniería industrial con la manufactura, el diseño y las ciencias sociales, desarrollado con colaboración internacional, este proyecto explora el concepto de Buen Vivir mediante metodologías participativas, promoviendo la construcción de memoria colectiva a través del desarrollo de piezas hechas con elementos del sector textil.

El proceso metodológico se desarrolla en tres sesiones, cada una enfocada en una dimensión temporal, en la primera, los estudiantes representan recuerdos y experiencias significativas en fragmentos de tela, interactuando con mujeres de poblaciones vulnerables, lo que facilita el intercambio intergeneracional y el análisis de condiciones de vida. La segunda sesión permite la socialización de los trabajos, generando debates sobre memoria, identidad y resiliencia, promoviendo una reflexión crítica sobre factores sociales que impactan la seguridad y el bienestar. Finalmente, la tercera sesión culmina con la exhibición de la manta colectiva, integrando los aportes individuales en una obra conjunta que simboliza el aprendizaje compartido y su aplicación en la gestión de procesos humanos y organizacionales.

A lo largo del proyecto, se incorporan metodologías activas alineadas con la ingeniería industrial, como el aprendizaje basado en retos, el Design Thinking y la teoría de sistemas complejos, estas estrategias permiten a los estudiantes analizar problemáticas reales, plantear diversas soluciones y desarrollar una mentalidad crítica y creativa, además, la interacción en entornos reales, como espacios de memoria comunitaria, fortalece la conexión entre teoría y práctica. De esta manera, los estudiantes desarrollan competencias en resolución de problemas y trabajo colaborativo, esenciales en la gestión de procesos y la innovación en ingeniería industrial.

Este proyecto demuestra cómo la educación en ingeniería se enriquece con enfoques humanísticos y colaborativos, promoviendo no solo el desarrollo técnico, sino también la capacidad de los futuros ingenieros para abordar problemáticas sociales desde una perspectiva integral. De esta manera se logra la comprensión de la necesidad de reconfigurar los procesos de enseñanza en ingeniería, integrando metodologías que fomenten el pensamiento crítico, la comunicación y la sensibilidad social.